El Catire Istúriz no pudo seguir sufragando las pérdidas acumuladas por el equipo a causa de sus continuas derrotas, por lo que decidió venderlo al final de aquel campeonato. Limitó sus posibilidades de ir a la escuela, camiseta manchester city a la que recién ingresó en 1937 cuando tenía ocho años comenzando en segundo grado (saltando primero inferior y superior).